Gurutze Ampudia
la arena de los zapatos
las nubes de mayo
bilbo
Crecí en un pequeño pueblo rodeado por montañas altas que por mucho tiempo me hicieron creer que no iba a poder ver más allá de ellas.
Tras pasar 18 años con los ojos heridos todavía de sueños, Madrid, con sus bares y gentes, sus fiestas y costumbres me acompañaron durante dos años en los que el cine se convirtió en pensamiento y como representación de la realidad.
La sed de saber y el hambre de tener más conocimientos sobre el cine me llevaron a la Escuela de Creación Cinematográfica de Bilbao donde los cielos grises de su ría, me acompañan de la mano cada día.
El tiempo pasó y la escuela cerró. Fué bonito el camino mientras duró,
muy emocional y personal.
Ese camino también me aportó mucha curiosidad. A partir de ahí me fijaba en muchas mas cosas, empecé a curiosear en el diseño gráfico y una vez más, mis ganas de saber más me llevaron a estudiarlo.
Con el tiempo me he dado cuenta de que todo esto es un juego y que la representación de la realidad es una ficción. Me he permitido cuestionar la fotografía para vivir nuevas experiencias visuales.
No todo es azar y suerte, también hay mucho de trabajo consciente porque a la experimentación revolucionaria se llega practicando, trabajando y ejercitando la técnica y también la creatividad.
Lo insospechado nace de sospechar, de empujar lo conocido hasta lo desconocerlo, de experimentar la aventura de lo inusual.